UN GENERAL DEL EJERCITO SIRIO COBRA VIDA DE NUEVO TRAS MÁS DE 2.500 AÑOS

Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria.

Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. Así comienza la narración de la vida de Naamán, un general valiente como bien describe la Biblia. Una conmovedora historia que aparece en el capítulo 5 del segundo libro de Reyes y que trata sobre la búsqueda desesperada de un hombre por librarse de un gran problema, su lepra.

¿de qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? (Mateo 16:26, La Biblia).

La sierva que le comentó a su ama lo que el profeta Eliseo podía hacer por su marido (Naamán) era una muchacha israelita que había sido llevada cautiva a Siria. A pesar de eso, ella no perdió la oportunidad de hablar de la fama de Eliseo para honra de Isarel y del Dios de Israel.

Todo comienza cuando la sierva de la mujer de Naamán le explica que si su amo (Naamán) fuese a ver al profeta Eliseo, éste le sanaría de su lepra. Naamán era un hombre rico, valiente y poderoso pero también leproso, y es que, si bien las personas tienen un pero (mayor o menor), el de este general eclipsaba todo sus bienes.
Este hombre lo tenía todo y sin embargo, nadie de aquella época (y probablemente tampoco de ésta) se habría cambiado por él. La LEPRA era símbolo del pecado. Naamán tenía todos los medios a su alcance, en cambio, nada de lo que estaba en su mano podía sanarlo de ese gran mal.
¿De qué le sirve a un hombre tener todas las riquezas, un buen trabajo y una buena posición social si está enfermo de por vida? Bueno, Jesús nos dice en Su Palabra que es la Biblia:

Al final, Naamán recibe un milagro directamente de parte de Dios a través del profeta Eliseo. Un sirio no un insrealita recibió ese milagro. Una muestra más de cómo Dios desea el bien a todos y quiere que todos sean salvos: “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1ª Timoteo 2:4, La Biblia). Había muchos leprosos en aquellos tiempos pero sólo uno recibió el regalo de ser limpio: y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio” (Lucas 4: 27, La Biblia).acer por su marido (Naamán) era una muchacha israelita que había sido llevada cautiva a Siria. A pesar de eso, ella no perdió la oportunidad de hablar de la fama de Eliseo para honra de Isarel y del Dios de Israel.

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